Ser libre

Andrés Cecilia Luque
3 min readMay 1, 2018

Y llegará un punto en el que no existirá más un sitio al que volver. Por supuesto, tu casa seguirá ahí, junto con tu familia, tu habitación, tus cosas… Pero ya no será más el sitio al que antes llamabas casa. Ese sentimiento de pertenencia, de hogar, se habrá desvanecido, y en su lugar todo se sentirá extraño. Con el tiempo, te darás cuenta de que cuando decidiste coger ese avión, hubo otro montón de cosas que elegiste, pero de las que no te percataste.

Elegiste cambiar de cuarto. Y puede que el nuevo sea más grande o más pequeño, más bonito o más feo, pero seguro que no es igual que tu cuarto.
Elegiste dejar de formar parte del día a día de tu familia: ya no vas a saber si tu hermano se ha raspado la rodilla jugando en el patio, o si tu hermana ha aprobado el exámen que tenía el martes pasado, o si tu padre ha llegado tarde a trabajar porque con la helada de anoche el coche no arrancaba.
Elegiste irte, desaparecer. Salir de las vidas de la gente que hasta ese momento conocías, poco a poco, pasando a ser una ventana de Skype en un ordenador, una llamada de Whatsapp, un “cómo te va, hace montón que no hablamos”.
Elegiste prescindir de la seguridad y la comodidad de un mundo que conoces.

Y puede que al darte cuenta de todo ello, entres en pánico. Puede que quieras rebobinar, volver hacia atrás, recuperar lo que dejaste. Pero te diré una cosa: no se puede.

Elegiste comenzar una vida que es tuya y solo tuya. Ahora eres una persona distinta a la que cogió ese avión.

Vivir por tí mismo te cambiará. Pensaste que te conocías, pero las dificultades de encontrarte solo te han ido mostrando que no. Que hay días que las cosas más tontas pueden derribarte, y otros en los que no hay nadie que pueda contigo. Ahora sabes un poco más sobre tí.
Todas esas desiciones que has tomado te cambiarán: ya no hay nadie para tomarlas en tu lugar. Sean buenas o malas decisiones, el hecho de ser tú quien las ha llevado a cabo es lo que las hace valiosas.
Toda esa gente nueva que has conocido te cambiará. Sus caras, sus sonrisas, sus gestos. Los momentos que habéis creado, todos esos viajes, las cenas juntos, las noches de fiesta y los días de estudio.

Descubrirás que lo que antes te parecía imposible ya no lo es. Que lo que antes te parecía lejano ahora solo son unas cuantas horas en avión. Que tus preferencias han cambiado: cosas que antes eran importantes, ya no lo son tanto. Te darás cuenta de que vivir tu propia vida implica sacrificios y puede que de miedo al principio, pero que solo necesitas reunir el valor necesario para decidir hacerlo y luchar por lo que realmente quieres.

Y en ese momento podrás mirar al pasado y ver que todo lo que ha ido ocurriendo para que hoy seas quien eres tiene sentido. Y que lo que ocurra en el futuro depende única y exclusivamente de tí (y a eso, yo lo llamo ser libre).

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